El Tao del que puede hablarse no es el Tao eterno.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre eterno.
Lo eternamente real es innombrable.
El nombre es el origen de todas las cosas particulares.
Libre de deseo, comprendes el misterio.
Atrapado en el deseo, sólo ves sus manifestaciones.
Y, sin embargo, misterio y manifestaciones brotan todos de la misma fuente.
A esta fuente se le llama oscuridad.
Oscuridad de oscuridades; he aquí la puerta a toda comprensión.
Tao Te Ching
Traduccion, Stephen Mitchell
Traduccion, Stephen Mitchell
No hay comentarios:
Publicar un comentario