Entramos en una cueva vacía; era tan bonita que pasamos la noche allí.
Por la mañana, vino un monje y dijo: "¡Salid! ¡Esta cueva es mía!".
Yo le contesté: "¿Como puede ser esta cueva tuya?", A mí no me lo parece; esta es una cueva natural. Tú no la reclamas, no puedes reclamarla, tú no la has construido.
Además, tú, que has renunciado al mundo, a tu casa, a tu mujer, a tus hijos, a tu dinero, a todo lo demás, y ahora la estas reclamando:
"Esta cueva es mía; ¡Salid de aquí!".
¡Esta Cueva no es de nadie!.
Él se enfadó mucho. Dijo: "Tú no me conoces; ¡Yo soy un hombre peligroso!, No te la puedo dejar. ¡He vivido en esta cueva durante trece años!".
Lo provocamos todo lo que pudimos y él estaba completamente encendido, dispuesto a pelear, ¡Dispuesto a matar!.
Y entonces yo le dije: "Espera; nos marcharemos. Simplemente, te estamos provocando para mostrarte que a pesar de que hayan pasado trece años, tú tienes la misma mente.
Ahora esta cueva es "Tuya" porque tú has vivido aquí trece años, así que es tuya. No la has traído contigo a este mundo y no te la llevarás contigo cuando mueras. Además, nosotros no nos vamos a quedar aquí; simplemente, hemos pasado la noche. Nosotros no somos más que viajeros, no somos monjes. Tan solo he venido para ver cuánta gente estúpida vive por estos lares. ¡Y tú pareces el campeon!.
Puedes renunciar al mundo...serás el mismo. Volverás a crear el mismo mundo nuevo, porque llevas la huella en la mente. No es cuestion de abandonar el mundo, es cuestión de cambiar la mente, renunciar a la mente. "Eso es meditacion".
Osho.
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