miércoles, 20 de abril de 2011

El Discipulo.


Tu lenguaje Señor, es muy sencillo, más no así el de los discipulos que hablan en tu nombre.

Yo comprendo la voz de tus olas y el silencio de tus árboles.

Comprendo las escrituras de tus estrellas, con que nos explicas el cielo.

Comprendo la liquida redacción de tus ríos, y el idioma soñador del humo en donde se evaporan los sueños de los hombres.

Yo entiendo, Señor, tu mundo, que la luz nos describe cada día con su tenue voz.
Y beso en la luz, la orilla de tu manto.

El viento pasa enumerando tus flores y tus piedras.

Y yo, de rodillas, te toco en la piedra y en la flor.

A veces pego mi oido al corazón de la noche, para oír el eco de tu corazón.

Tu lenguaje es muy sencillo, más no así el de los discipulos que hablan en tu nombre.

Pero yo te comprendo, Señor.

Rabindranath Tagore.