jueves, 4 de julio de 2013

¿Que es él?.

-¿Qué es el?.
-Un hombre, por supuesto.
-Sí, pero ¿qué hace?.
-Vive y es un hombre.
-¡Oh, por supuesto! Pero debe trabajar. Tiene que tener una ocupación de alguna especie.
-¿Por que?.
-Porque obviamente no pertenece a las clases acomodadas.
-No lo sé. Pero tiene mucho tiempo. Y hace unas sillas muy bonitas.
-¡Ahí esta entonces! Es ebanista.
-¡No, no!.
-En todo caso, carpintero y ensamblador.
-No, en absoluto.
-Pero si tú lo dijiste.
-¿Que dije yo?.
-Que hacia sillas y que era carpintero y ebanista.
-Yo dije que hacía sillas pero no dije que fuera carpintero.
-Muy bien, entonces es un aficionado.
-¡Quizá! ¿Dirias tú que un tordo es un flautista profesional o un aficionado?.
-Yo diría que es un pájaro simplemente.
-Y yo digo que es sólo un hombre.
-¡Esta bien!.

David Herbert Lawrence. (D.H Lawrence)

2 comentarios:

  1. Y aún así, decir es un hombre, es una limitación.

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  2. Claro que si...Pero este texto demuestra, como se construyen los muros, desde algo tan simple.
    Un abrazo.

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