martes, 3 de diciembre de 2013

¿Que es Maya?

Una vez Narada (Un Gran Sabio), dijo a Krishna:

-Señor, muestrame a Maya.

Pasaron unos pocos días y Krishna pidió a Narada que lo acompañara a un viaje por un desierto. Despues de caminar varias millas, Krishna dijo:

-Narada, estoy sediento. ¿Puedes conseguirme un poco de agua?.

-Espera un momento señor, y te traeré agua.
Y Narada partió.

A muy poca distancia había un poblado. Narada entro en él en busca de agua y golpeo en una puerta, que fue abierta por una joven muy hermosa. A la vista de ella, Narada olvidó inmediatamente que su maestro esperaba el agua, quizás muriéndose de sed. Olvidó todo y comenzo a conversar con la joven. Todo ese día no volvió con su maestro. Al siguiente día estuvo otra vez en la casa, hablando con la joven. La conversación derivó en amor. Pidió la mano de la joven a su padre, y se casaron y vivieron allí y tuvieron varios hijos. Así pasaron doce años. Su suegro murió y Narada heredo la propiedad. Vivía, eso creía él, una vida muy feliz con su esposa e hijos, sus campos y su hacienda, y todas esas cosas.
Luego vino una inundación. Una noche el río se desbordó, sobrepaso sus márgenes y fluyo sobre el poblado. Las casas caían, hombres y animales eran arrastrados y ahogados, y todo flotaba en el flujo de la corriente. Narada tuvo que escapar. Con una mano sostuvo a su mujer y con la otra dos de sus hijos. Tenía otro niño sobre los hombros, y trataba de vadear ese tremendo torrente. Después de unos pocos pasos, encontro que la corriente era demasiado fuerte, y el niño que estaba sobre sus hombros cayó y fue arrastrado. Un grito de desesperación brotó de Narada. Tratando de salvar a ese niño, perdió el asidero de los otros, y estos estuvieron también perdidos. Por último su esposa, a la que sostenía con toda su alma, fue arrastrada por la corriente, y el fue arrojado sobre un lodazal, llorando y profiriendo amargas lamentaciones.
Detrás de él se escucho una suave voz:

-Hijo mío, ¿Donde esta el agua? Te marchaste a buscarla y te estoy esperando desde hace ya media hora.

-Media hora! - Exclamo Narada.

Habian pasado doce años en su mente, ¡Y todas esas escenas habían pasado en media hora!.

Y esto es Maya.



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