
Todo el universo es tu familia, tu eres eso, fundete en ello y celebra en armonía y aceptación, cada momento de este nuevo año y siempre.
Un Abrazo Eterno.
¿Qué quiere decir la palabra libertad en este contexto? Es la libertad de la hipnosis de nuestro condicionamiento, estar liberado de este condicionamiento. La libertad de ser quien eres de manera natural. Este estado de libertad del condicionamiento existe detrás y más allá de nuestra mente condicionada. Es nuestro Ser original.
Nosotros somos todo esto. Pero no podemos escoger serlo o no. Y parece ser que la mayoría de los seres humanos no son conscientes de esto.
Estamos aquí para descubrir esto. No para crearlo. No para imaginarlo. Sino para reconocerlo más allá de la duda. No hay que estar esperando nada porque si no la mente se imagina todo tipo de ideas. Cualquier cosa que la mente se pueda imaginar sobre qué es este estado puro del Ser no será la verdad. Los animo a ser abiertos sin proyectar ni imaginar. Simplemente abiertos al descubrimiento.
A lo que estoy señalado cuando me refiero a la libertad es la más natural, simple, pura. Ese estado que es sin esfuerzo. En el Satsang no se enseña algo nuevo sólo se señala Eso que ya es. No vamos a inventar nada nuevo.
La mayor parte del tiempo no somos quien pensamos ser. Lo que hemos aprendido sobre nosotros mismos a través del condicionamiento, educación, tradición, religión, periodismo, propaganda, anuncios, es decir, todo tipo de ideas parecen influenciarnos y construyen un sentido de ser que no es puro. Ninguna construcción es pura. No vamos, por lo tanto, a añadir más ideas. Si no a señalar un descubrimiento muy simple que es más allá de la necesidad. Es el único espacio dentro de ti que es inmutable, eterno, indestructible. Esto es lo único que podemos nombrar como natural. Aquello que existe por sí mismo sin necesidad de asociación. Aquello que es sin esfuerzo. Únicamente Esto es inocencia. Espero que podamos descubrir Esto.
Mooji.
Fue muy sencillo y, en realidad, empezó antes de producirse. La noche anterior, justo antes de disponerme a dormir, me senté al borde de la cama y pensé lo siguiente. No fue un gran pensamiento ni una gran visión, sino algo muy sencillo, totalmente fuera de contexto respecto a lo que me estaba pasando en ese momento. Pero tuve un pensamiento que decía: “Estoy preparado”. Lo sentí literalmente, en cinco segundos lo sentí. Y me dispuse a dormir, aunque la sensación de “Estoy listo” era muy plena y simple. No se trataba ni de la mente ni del ego diciendo: “Estoy preparado, listo para atravesar las puertas”. Fue un instante sencillo, inocente, como un regalo. Un hecho. Solo un pensamiento: “Estoy listo”. Y no le di mas vueltas. No captó mucho mi atención, aunque si fui consciente de él. Así que me dispuse a dormir.
Al día siguiente me desperté temprano. Iba a ver a mi maestra, y en esas ocasiones solía levantarme pronto para meditar un poco antes de ir a verla. No estaba pensando nada en concreto, simplemente me senté y a los treinta segundos oí un pájaro. Un simple gorjeo. Y surgió una pregunta, más de las tripas que de la mente, que no había oído nunca, que no había usado nunca. La pregunta que surgió espontáneamente decía: “¿Quién esta oyendo este sonido?”. Y cuando surgió la pregunta, todo se volvió del revés, o se quedo patas arriba. En ese momento el pájaro, el sonido y el oído se hicieron uno solo. Tuve, literalmente, la experiencia de que todo era lo mismo…….el oído no era más yo, más que el sonido o que el pájaro o que cualquier otra cosa. En un instante, de forma muy repentina, todo se hizo uno.
A continuación percibí el pensamiento. Estaba tan lejos que ni siquiera sabía de que trataba. Pero había pensamiento y podía darme cuenta, de que yo no era eso. Eso es pensamiento. Y lo que se despertó, lo que estaba despierto, no tenía nada que ver con ese pensamiento que simplemente acontecía. Eran dos cosas totalmente distintas. En el pensamiento no había ninguna identidad. Así que al cabo de unos minutos me levanté. Y, literalmente, a mi mente le venían ideas como de un niño de cinco años. Muy curioso. “Me pregunto si estoy en el horno”, pensé. Así que fui corriendo a la pequeña zona de cuarto de estar y cocina y, sin lugar a dudas, el horno era esto. Me dirigí corriendo al baño y mire el inodoro, pues estaba intentando encontrar algo que no fuese nada espiritual, y pensé: “Demonios, el inodoro es esto”. Abrí la puerta del dormitorio, miré en su interior y vi a Annie, mi esposa, que estaba durmiendo, y me dije: es ella. Ella es esto, y es igual. Seguí andando por nuestra casita de
Así que ahí me encontraba yo, curiosamente carente de emoción alguna. No experimente ningún ¡Bravo! Ni ¡Oh, Dios mió!. Nada de eso. Lo veía todo perfectamente claro y no lo confundía con ningún estado de la experiencia, pues no se trataba de ningún estado. Entonces di unos pasos por el cuarto de estar, pues podías recorrer su largo en tan solo unos pasos, y la conciencia se despertó por completo en esos pasos. No lo puedo describir fácilmente, pero estaba totalmente separada del cuerpo, totalmente separada. En ese momento vi una serie de imágenes y lo supe, lo que estaba despierto supo de inmediato que me había quedado atrapado en esas imágenes, a las que podríamos llamar encarnaciones. Yo me creía eso. Estaba dormido en esas imágenes, podía ver con claridad que yo no era eso. Ya no seguía atrapado en ellas. No estaba confinado por ninguna de esas formas, ni siquiera por la actual. Y veía que la forma actual no era mas importante o real que la de hace cincuenta vidas. Y ahí estaba esta conciencia, sin más, solo ella. Ninguna forma, ningún perfil, ningún color, nada. En ningún sitio pero en todas partes.
Y en ese momento supe que aunque esta conciencia lo era todo, también estaba por encima de todo. Que aunque esto despareciese del todo, aunque desapareciesen todas las formas y todo lo que veía, esto no quedaría reducido, ni siquiera un poco.
Así es, básicamente, como se produjo mi despertar.
Adyashanti.